El gobierno argentino decidió inmovilizar a un avión iraní sancionado por Estados Unidos, reteniéndole el pasaporte a cinco tripulantes iraníes. La aeronave tiene bandera venezolana pero pertenece a una empresa iraní y la carga fue inspeccionada por varias agencias.
La tripulación está alojada en un hotel según las escasas informaciones que rodearon al caso del Boeing 747 de la empresa Entrasur que aterrizó en Córdoba por la neblina que había en Buenos Aires.
Transportaba autopartes para una empresa automotriz.
En el avión viajaban cinco iraníes algunos de ellos con supuestos vínculos con las fuerzas Quds, una división de los cuerpos de la guardia revolucionaria islámica, especializada en operaciones de inteligencia militar.
Una de las hipótesis es que el viaje a Buenos Aires es parte de una maniobra más profunda, trascendiendo que serían pruebas de reconocimiento de rutas.
El avión intentó cargar combustible en Montevideo y regresar a Venezuela, pero el gobierno decidió cerrar el espacio aéreo y le impidió la maniobra, por lo que volvió a Ezeiza.